lunes, 16 de julio de 2012

Charla: ¿Por qué tenemos un programa de Seguridad?


No ponemos carteles de seguridad para tener puntos pintorescos en la empresa o para divertirlos a ustedes. No instalamos guardar en las máquinas solo para satisfacer el capricho de algún ingeniero o técnico de seguridad. No hacemos estas reuniones de seguridad para darles la oportunidad de descansar en horas de trabajo o fastidiarlos un rato. Hacemos estas cosas porque son provechosas para todos. Con esto quiero decir lo siguiente:
En las primeras fábricas, las operaciones eran simples. Ordinariamente un molino de agua o una máquina andaban despacio. El uso de material altamente explosivo o inflamable y venenoso era limitado.

Aun así mucha gente se lesionaba o se mataba trabajando en esas fábricas. Si Juan Rodríguez se mataba en un accidente, nadie culpaba a nadie. Era la mala suerte de Juan, su viuda y sus chicos tenían que resolver su propio problema.

Pero hace unos cuantos años la gente empezó a darse cuenta de que los accidentes y los incendios podían prevenirse. Luego vinieron las leyes que colocaron la responsabilidad directamente sobre los patrones. Y aún aquellos propietarios que combatieron dichas leyes han tenido que reconocer que la seguridad es un buen negocio. Que los accidentes les estaban restando buenos trabajadores y que la producción era afectada y costaba dinero adiestrar nuevos obreros. Los accidentes estaban dañando también el equipo y el material y que esas pérdidas no pueden asegurarse.

Después de todo, los empleados son seres humanos y no quieren que la gente se lesione. De tal manera por todas las consideraciones han estimado que es necesario hacer seguridad.
El trabajo de seguridad consta hoy de tres partes principales: educación, ingeniería y entusiasmo.

Antes de que una empresa se convierta en un lugar seguro para trabaja, cada persona desde el gerente hacia abajo debe ser educado para creer que las lesiones y los incendios pueden ser prevenidos. Y cada cual debe ser adiestrado para hacer su trabajo en forma segura.

La ingeniería es la segunda parte. Todas las máquinas, operaciones y procesos se estudian desde el punto de vista de la ingeniería, para determinar la manera más segura de trabajar. La ingeniería por ejemplo incluye las guardas de los equipos, el diseño de los edificios, la forma de cómo deben hacerse las cosas, etc.

La tercera parte del programa de seguridad es la que impulsa al entusiasmo.
Hay cosas raras en las lesiones. Algunas veces el trabajador se lesiona en un oficio que ha estado desempeñando por años y luego la investigación demuestra que siempre ha realizado ese oficio en forma insegura.
Por esto es que tenemos que estar hablando de seguridad, por eso tenemos que estar haciendo advertencias. Cada uno de nosotros cree que un accidente no puede sucedernos a nosotros. Pero todos sabemos que si alguien comete un acto inseguro constantemente, habrá de ocurrir una lesión tarde o temprano.

Por eso una de las metas de nuestro programa de seguridad es construir el entusiasmo y convencernos a cada uno de nosotros de la necesidad de evitar accidentes y fuegos.
Trabajar con seguridad es una de las mejores maneras de asegurarse el hombre a sí mismo, y han notado ustedes que el hombre inseguro es el que tiene mayor posibilidad de una lesión.

Todos podemos desarrollar hábitos arriesgados. Si una persona comete un acto inseguro sin que le pase nada, otros harán lo mismo. La parte más laboriosa de la seguridad es hacer que todos deseemos cumplir las reglas de seguridad y habituarnos a trabajar con seguridad. Ahí es donde reside el entusiasmo.

Nuestro programa de seguridad está para recordarnos que debemos hacer todos un esfuerzo para prevenir las lesiones a nosotros mismos y a nuestros compañeros. Por eso tenemos un programa de seguridad.

sábado, 14 de julio de 2012

Charla: La Seguridad se paga

De vez en cuando alguien se pregunta: “¿paga realmente la seguridad?” todo el tiempo, el esfuerzo, el dinero que se gasta en programas de seguridad, el planeamiento, las campañas, los carteles, etc. Todo eso ¿Vale la pena?

Solamente hay una respuesta, “si”. Es difícil ver algunas de las maneras importantes de cómo la seguridad paga, uno puede levantar el dedo y decir: “mire, aquí fue donde la seguridad pago ayer, aquí es donde va a pagar la semana entrante, etc.

Con los accidentes es una historia diferente. Uno puede ver los accidentes y hasta algunas veces sus resultados (un chorro de sangre, un grito de dolor, etc.) que atraen la atención. Pero usted no puede ver los accidentes que se han prevenido. No puede ver los daños, el desastre o la muerte que se ha prevenido con las campañas de seguridad.

Como se ve, la seguridad paga es una realidad invisible, pero no por ello menos valiosa. La electricidad es también invisible, sin embargo, es una cosa muy valiosa.

Una de las formas en que podemos mostrar los resultados de los programas de seguridad es poniendo las ganancias en pesos y centavos. El dinero habla. Veamos que tiene que decirnos sobre la seguridad.
El propósito de una planta o de cualquier planta. Si una fábrica no puede mantener sus costos de producción suficientemente bajos, u obtener un gran volumen de producción, no hay ganancias. Y si no hay ganancias, no hay salarios y, en realidad no habrá fábrica. Su oficio, y el mío, dependen de que la fábrica pueda producir ganancias. Si no podemos producir en forma que pague, entonces adiós trabajo para todos, desde el barrendero hasta el gerente.

Donde está la seguridad en esto? En un montón de maneras importantes. Tomemos una por una:
Primero, la seguridad produce costos más bajos. La seguridad recorta el desperdicio innecesario de materiales, tiempo y fuerza de trabajo. La seguridad preserva nuestra máquina y el equipo que es una inversión costosa y costosa de remplazar. Así un buen record de seguridad nos trae costos de operación más bajos, suma mayor ganancia y abre las posibilidades de mejores salarios.

Segundo, la seguridad garantiza un producto mejor. No hay ganancia sin ventas y no hay ventas sin un producto de primera calidad. Los accidentes pueden resultar en productos defectuosos, bien por el daño inmediato en nuestros productos o rebajando la moral de los trabajadores.

Y tiene que haber una magnífica moral si se quiere que haya magníficos productos. Seguridad significa buenas condiciones de trabajo, ambiente saludable, trabajadores que tengan todos los estímulos a su alrededor para rendir el máximo. Un buen producto tiene que  tener seguridad detrás de sí.

Tercero, la seguridad garantiza el trabajo. Estamos hablando ahora acerca de su habilidad para ganarse el sueldo, para llevar a casa cada mes esos billetes que pagan el alquiler, alimentos a los niños, etc. Se han detenido ustedes a pensar acerca de lo mucho que su familia depende de su seguridad?

Cuarto, la comunidad entera se beneficia de la seguridad. Vivimos en una sociedad compleja. Esta empresa como las otras, es apenas un diente en el engranaje de toda la maquinaria. Pero es un diente importante. Nuestra comunidad, otras fábricas, otros negocios de distintas clases, dependen de nuestra producción sin interrupción. Cuando se paran una cantidad de nuestras operaciones, otras también lo hacen en nuestra comunidad (y en todo el país). Y nadie puede poner obstáculos a la producción tales como perder un hombre clave o dañar el equipo vital a causa de un accidente.

Claro que la seguridad cuesta tiempo, dinero y una gran cantidad de sudor, … pero vale la pena!. Porque la seguridad paga, tan realmente como pagamos impuestos. La paga a nuestra compañía es una operación lucrativa, a la comunidad en más y mejores mercancías, a nuestras familias en necesidades de la vida en felicidad, en seguridad, porque cuando trabajamos con seguridad llega el dinero y la felicidad.

Tomado de CUCHE CORP


jueves, 12 de julio de 2012

Charla ¿De qué manera afecta la electricidad al cuerpo humano?


En esta tercera charla – última que vamos a dedicar a tratar el tema de cómo afecta la electricidad al cuerpo humano -, hablaremos sobre los efectos físicos ‘no inmediatos’. Recordarán que en la charla anterior tratamos los efectos ‘inmediatos’.
Los efectos físicos no inmediatos se manifiestan pasado un cierto período de tiempo después del accidente.
Los principales son:



  • Manifestaciones renales. Los riñones pueden quedar bloqueado como consecuencia de las quemaduras, puesto que se ven obligados a eliminar la gran cantidad de mioglobina y hemoglobina que les invade después de abandonar los músculos afectados, así como las sustancias tóxicas que resultan de la descomposición de los tejidos destruidos por las quemaduras.



Se considera, generalmente, que la práctica de la alcalinoterapia precoz (absorción de 4 a 6 gramos de bicarbonado sódico disueltos en 1/3 de litro de agua inmediatamente después del accidente y, a continuación, cada 15-30 minutos hasta el ingreso en el hospital) tiene un gran interés, debido que se restablece la secreción y excreción de la orina, y se alcaliniza la orina, con lo cual se facilita la expulsión de la mioglobina producida.



  • Trastornos cardiovasculares. Los estudios médicos realizados demuestran que la descarga eléctrico es susceptible de provocar pérdida del ritmo cardíaco y de la conducción aurículo ventricular, que pueden llegar hasta el infarto de miocardio, además de trastornos únicamente subjetivos, como taquicardia, sensaciones vertiginosas, cefaleas rebeldes, etc.




  • Es frecuente, finalmente, que el choque eléctrico actúe bien como factor desencadenante y revelador de una lesión prexistente, o bien como factor agravante de lesiones ya diagnosticadas.




  • Trastornos nerviosos. La víctima de un choque eléctrico sufre frecuentemente trastornos nerviosos relacionados con pequeñas hemorragias, fruto de la desintegración de la sustancia nerviosa, ya sea central o medular. Normalmente el choque eléctrico no hace más que poner de manifiesto un estado patológico anterior. En individuos afectados de arterioesclerosis, el choque eléctrico favorece la aparición de hemorragias o de trombosis a nivel de vasos ya lesionados por la enfermedad citada.




  • Por otra parte, es muy frecuente también la aparición de neurosis de tipo funcional más o menos grave, pudiendo ser transitorias o permanentes. Normalmente, al cabo de dos o tres meses, sobreviene la curación de estas enfermedades neuropsíquicas.

  • Trastornos sensoriales, oculares y auditivos. Los trastornos oculares observados a continuación de la descarga eléctrica son debidos a los efectos luminosos y caloríficos del arco eléctrico producido. En la mayoría de los casos se traducen en manifestaciones inflamatorias del fondo y  segmento anterior del ojo. Hay que mencionar, además, la catarata  ocular, que puede aparecer al cabo de 46 meses de haberse producido el accidente eléctrico, pero no actualmente todavía no se ha descubierto el factor desencadenante de dicha lesión. Los trastornos auditivos comprobados pueden llegar hasta la sordera total, y se deben generalmente a un traumatismo craneal, a una quemadura grave de alguna parte del cráneo o a trastornos nerviosos.

Voltajes Bajos

No quisiera terminar esta última charla sobre este tema, sin mencionar el aspecto de los voltajes bajos.

Algunas personas piensan erróneamente, que los voltajes altos son los peligrosos; sin embargo, la realidad es que los voltajes de menos de 115 voltios también pueden matar. Hay demasiada gente que cree, por ejemplo, que una sacudida debido a un voltaje de menos de 115 voltios no ofrece ningún peligro.

En primer lugar, no creo que existan documentos que prueben que se han producido muertes debido a circuitos de 12 voltios o menos. Los voltajes que se usan en los transformadores de los timbres caseros y termostatos de los hornos, por ejemplo, están en una gama de 12-25 voltios y se consideran normalmente seguros.

En segundo lugar, existen documentos que prueban que se han producido muertes debido a descargas eléctricas de circuitos con un voltaje de por encima de los 45 voltios, por esa razón, se debería considerar a ese tipo de voltaje como peligroso.

Las estadísticas muestran que hay muchos trabajadores que mueren todos los años debido a contactos con circuitos de 115 voltios. Las autoridades en la materia afirman que cualquier sacudida proveniente de una corriente de más de 16 miliamperios puede matar a una persona. He aquí lo que eso significa. A 115 voltios, una bombilla de 100 voltios extrae aproximadamente 900 miliamperios de corriente, y una bombilla de 5 vatios extrae aproximadamente 50 miliamperios. Por consiguiente, la cantidad de corriente utilizada por la bombilla de 5 a 10 vatios extrae aproximadamente más que suficiente para matar a un ser humano. (Un miliamperio es una milésima parte de un amperio).

Recuerden que la condición de sus cuerpos tiene mucho que ver con las posibilidades de que reciban una sacudida fatal. Si sus manos están sudorosas, si sus calcetines y zapatos están húmedos, si el piso está mojado, o si están parados en un charco de agua, esta humedad permitirá que pase más corriente a través de sus cuerpos.

Por consiguiente – y con esto voy a terminar – observen una precaución extrema cuando trabajen con herramientas portátiles eléctricas en lugares húmedos o mojados o cuando estén cerca de objetos puestos a tierra que ustedes pudieran tocar y, al tocarlos, permitir que la electricidad llegue a tierra a través de sus cuerpos.