Muchos de ustedes realizan
trabajos que les exige estar de pie muchas horas al día. Esto no se puede
evitar en muchos trabajos; pero lo que sí se puede evitar es el vivir
constantemente con incomodidad o dolor en los pies. Cualquiera de estas dos
condiciones puede ser una indicación de que existe un verdadero problema médico
que es necesario solucionar. Si tal fuera el caso, ustedes podrían tener lo que
se conoce como síndrome de túnel tarsal
(STT). Este nombre, que suena tan dramático, es una condición que la sufren
muchas personas durante años, sin saber que hay una solución para la misma.
El STT es similar en algunas
formas el síndrome del túnel carpal (STC).
Mucho más común que el STTT, el STC es un desorden de los nervios relacionado
con las manos y la muñeca que afecta a las personas que tienen trabajos
repetitivos en que deben realizar los mismos movimientos durante muchas horas
seguidas. El STC es común en muchas ocupaciones, como trabajos de manufactura y
de oficina y manejo de materiales.
El STT es básicamente un caso de
irritación de nervios alrededor de los pies o tobillos. “Por la razón que sea
un nervio queda entrampado o se comprime debido a una presión proveniente de un
tejido apretado y cubierto”, dice el Dr
Patric O’Connor, un cirujano ortopédico especializado en lesiones del pie y
del tobillo.
Dónde duele depende de qué
nervios están implicados. Los síntomas de STT pueden incluir dolor o cosquilleo
en los dedos, en la parte de afuera del pie o detrás del tobillo. También se
puede sentir una sensación de adormecimiento en el medio del tobillo.
Como el STC, la causa principal
del STT es un movimiento repetitivo, tal como usar un pedal para el pie. Una
inflamación debido a un quiste, un tumor o un crecimiento puede también
producir un STT. O puede también ser el resultado del tejido de una cicatriz
que crece sobre una lesión olvidada hace mucho tiempo. También pudiera estar
relacionada con un ‘trauma directo’. Este es el término médico que se utiliza
para explicar lo que ocurre si una viga de acero, por ejemplo, cae sobre el pie
o una pierna queda aplastada en un accidente. Los médicos están aprendiendo
todavía más acerca de esta enfermedad.
No es fácil señalar con precisión a las
personas que tienen más posibilidades de desarrollar un STT. A pesar de la
falta de investigación, es seguro afirmar que alguien debe de andar mucho o
permanecer mucho tiempo en una escalera o conducir un camión todo el día, es un
candidato más posible que alguien que está sentado durante la mayor parte de
sus horas de trabajo. lo mismo podemos decir de la gente que pesa excesivamente
o nunca hace ejercicios, puesto que estas personas ponen una presión extra en
sus pies y tobillos.
Tales enfermedades como la
artritis o la diabetes también pueden debilitar la resistencia del pie, que
puede acelerar el desarrollo del STT. El calzado mal diseñado no es ninguna
ayuda tampoco. Si sus trabajos requieren el llevar calzado de protección con
puntas de acero, deben asegurarse de que también provee un apoyo resistente y
firme para el pie y el tobillo.
En cuanto al tratamiento de casos
de STT, la mayoría de los profesionales médicos prefieren la prevención a la
cirugía.
Aunque, como les he dicho al
principio, en muchos casos no es posible evitar las muchas horas que hay que
permanecer realizando un mismo trabajo, en otras ocasiones si que se puede
hacer esto; por lo tanto, si somos nosotros susceptibles a tener este problema
o lo tenemos ya, debemos:
- Mirar nuestras tareas desde un punto de vista ergonómico. Por ejemplo ¿Podemos a veces sentarnos un rato en lugar de estar de pie para realizar una tarea?
- ¿Podemos rotar a veces nuestra tarea con otros compañeros de trabajo, para dar un descanso merecido a nuestros pies?
- ¿Pudieran algunos medicamentos antiinflamatorios disminuir la inflamación que sentimos?
- ¿Nos beneficiaría una terapia física?
Los pies, aunque los llevamos
siempre cubiertos y no a la vista, como en el caso de las manos, merecen
también nuestra consideración y cuidado. Una incomodidad prolongada en los pies
puede resultar con el tiempo en un problema grave que pudiera requerir
hospitalización o quizá hasta nos impida un día realizar nuestra tarea
ordinaria o, incluso, andar para el resto de nuestra vida.