La charla de hoy voy a dedicarla
a un tema que siempre nos asusta y nos preocupa, sin embargo, a pesar de ello,
no le prestamos la debida atención.
Pues bien, me refiero a las
formas más rápidas y desastrosas en que tanto ustedes como yo podríamos perder
el trabajo: dejando que un fuego se produzca en nuestro lugar de trabajo. El fuego puede comenzar en el momento
más inesperado y destruirlo todo casi instantáneamente, hasta nuestras propias
vidas y la de nuestros amigos.
Estoy seguro que ustedes en sus
casas siempre están al tanto y se preocupan por todos los factores que pueden
provocar un fuego. Esa misma preocupación debe existir en el lugar de trabajo,
después de todo aquí pasamos gran parte del día y es de aquí donde obtenemos el
medio para alimentar y satisfacer todas las necesidades de nuestros familiares.
El lugar de trabajo es nuestro segundo hogar y no podemos permitir que el
descuido y el desinterés lo destruya.
Las estadísticas indican que más
del 40% de las plantas y fábricas que sufren grandes y serios fuegos nunca más
se reconstruyen ni vuelven a abrir sus puertas. Esto significa, desde luego,
que mucha gente pierde su trabajo por causa de fuegos.
Esperemos que nunca tengamos que
enfrentarnos a un fuego. No obstante, un fuego puede producirse en cualquier
momento dondequiera que haya algo que pueda quemarse y toda planta, oficina o
edificio tiene cantidad de cosas que pueden quemarse.
Cuando ustedes piensen en las
cosas que pueden quemarse y causar un fuego, no sólo piensen en madera, aceite
o papel, también piensen en los rincones oscuros y escondidos donde puede haber
cosas tiradas como paños sucios con aceite y ropa vieja, en el aislamiento de
caucho de los equipos eléctricos y hasta en ustedes mismos. Recuerden que
algunas sustancias que se derraman o se calientan pueden despedir vapores que
son combustibles.
Solamente se necesitan tres
elementos para que se produzca la combustión y se desate el fuego: combustible,
calor y aire. Se juntan los tres y se crea un fuego. Una de las formas más
comunes de combustión ocurre cuando se fuma, particularmente cuando se enciende
un cigarrillo donde está prohibido fumar y se tira el fósforo. Generalmente
cuando el fósforo llega al suelo ya está apagado, pero si no lo está y cae
sobre un material combustible se producirá un fuego.
Todos podemos ayudar a prevenir
los fuegos. Debemos mantener nuestra área de trabajo ordenada y limpia, sin
dejar que acumule ningún material combustible. Tirar los paños sucios o
empapados de pintura o aceite en recipientes destinados a ese propósito.
También debemos tener siempre presente las medidas de prevención, por ejemplo,
no fumar donde está prohibido y mantener las puertas de salida de emergencia
libres de obstáculos. Tampoco debemos bloquear las escaleras ni los equipos de
extinción. Debemos mantener todos los materiales combustibles lejos de las
fuentes de combustión e informar rápidamente sobre cualquier peligro o
situación que pueda causar un fuego.
Hay varias medidas que todos
debemos saber y mantener presentes en caso de que se produzca un fuego. Saber
dónde están las salidas de emergencia para salir rápidamente si es necesario.
También es importante saber cómo se pone a funcionar la alarma de fuego por si
descubrimos uno. Nunca debemos intentar apagar un fuego sin haber informado el
mismo adecuadamente ya que muchas personas han muerto en tal intento y muchas
plantas se han quemado por eso.
Otra medida es saber dónde están
los extintores y cómo manejar estos equipos.
Todos podemos prevenir los
fuegos, pero en caso que se produzca uno
debemos saber cómo actuar. No podemos permitir que un fuego nos quite el
trabajo… o la vida.